viernes, 29 de mayo de 2009

Belleza, más y más belleza.

cuando estuve en Ecuador vi la casa de Guayasamín, y era gigante, tenía muchos autos, buena onda, y una polola de 17 años a los 84. Èl que cuidaba su casa era maratonista, y había estado en los panamericanos. No me perturba la contradicciòn de pensar que Guayasamín hizo gran parte de su obra inspirado en la pobreza que vio cuando niño, para finalmente hacerse millonario gracias a su talento. Siempre el ser humano está impulsado hacia la belleza, así es nomás.....pero hay bellezas que se alcanzan al mirar objetos a través de la eternidad...esas bellezas personales, no las pasajeras son las que construyen las obras, los castillos, las contradicciones, los odios, y la procreación.

esto está dedicado a todos los amantes de la igualdad opaca que ven las ciudades desde afuera como si fueran maquetas, y los números como si fueran números. Bertold tú sabías que el corazón del hombre debía cambiar, cambiará cuando encuentre belleza fuera de sí..más y más belleza, día a día, siempre más.

¿no debe acaso el hombre que entrega todo su amor a la humanidad, recibir todo el amor de la humanidad de vuelta, y cuando eso se haya cumplido dependerá de él hacer algo para que el mundo sea propicio para que cada cual pueda entregar todo el amor que traiga en sí, o sentirse en libertad de dejarse llevar por una balsa y quemarse a lo bonzo?

..con una de 2, la primera

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