viernes, 30 de noviembre de 2007

La Mano al Conejo


Hay momentos en que correr no basta:

1) Cuando pasado cierto tiempo, ves a tus hijos y sus caras y sus pelos son distintos desde la última vez que los viste. Han habido cambios...y tú no los viviste, lo dejaste pasar.
2) El perro guardían no está, murió años atrás en el patio de una casa, que ya no es casa, sino que un edificio. De hecho, tú jamás conociste al Perro Guardián..había muerto antes que nacieras.
3) Percibes a los conejos como la realidad te lo indica: animales. Seres sin pensamiento, ni emociones, a los cuales no se les puede asociar nada humano.
4) Entras a una sala llena de gente, y sientes temor, no conoces a nadie. ¿porque no conozco a nadie? ¿porque estoy solo? ¿que hice mal?
5) No encuentras la música que andas buscando, y te preguntas si acaso algún día la sentirás como fué en el pasado.
6) La sobrevivencia se torna en algo importante.
7) Debes decidir entre reír o sentir.
8) Sientes odio de tus enemigos, y comprendes que debes estar dispuesto a matar y morir para ser quien debes ser.

Correr no es escapar. Correr es movimiento. ¿sabía Ud. qué...? Un caballo no para de correr, si es que se le ordena por un humano, hasta que alcanza la muerte..

jueves, 22 de noviembre de 2007

Las Reflexiones del Conejo al Cruzar el Rio de la Vida y la Muerte

El conejo cruza el río usando sus pies, uno de ellos proviene de un león y el otro de un tigre, adversarios de antiguas batallas, justo antes de ser un caballo viejo, asesinado por piedad.

Mientras cruza el río quisiera que todos los demás animales lo olvidasen para no causar dolor alguno en sus semejantes.

Es feliz cuando corre, cuando el movimiento no permite decantar los líquidos infernales que nublan su visión.

Un pájaro rojo lo sigue todo el camino, golpeteando la ventana, y luego parado en la punta de un árbol de navidad. Es sangre, es algo nuevo...es el otro lado del río, y lo alcanzó corriendo, no para escapar, no para alcanzar algo, sino que sólo por correr.

Correr no es menos que descifrar un crimen, escribir una sinfonía, ganarse el loto, amar, o la música misma....correr no es menos que nada, ni más que nada...fue la última reflexión del conejo antes de quitarse el disfraz de conejo.

jueves, 8 de noviembre de 2007

El Conejo y la Gallina: Episodio I


El conejo era insuficientemente lúdico para hacer reír a la gallina. Sin embargo los días que lograba despertarse la llamaba y salían a caminar por las plazas, o bien tomaban el té, pero sin sonreír.
Otros días en que se sentía lo suficientemente alegre para salir de su madriguera hacía carreras con sus amigos los tortugos a las que siempre les ganaba. Era la ley de la naturaleza.
Un día muy apesadumbrada la gallina le planteó al conejo un listado con sus inhabilidades: no era lúdico; no sabía cazar; se encandilaba en la noche con las luces; no contaba historias divertidas, sino que oscuras y complicadas; era muy silencioso en definitiva. El conejo respondió: salto, corro rápido, como zanahorias, y tengo los ojos rojos; eso soy yo. Ahora bien, podemos invitar un par de amigos tortugos o gallináceos y jugar Ludo, o bien, arrendar un DVD con comedias gringas de los 90s´, para cubrir mis falencias.
El quiebre entre el conejo y la gallina era definitivo, así que se despidieron sin despedirse, y quedaron de verse el siguiente jueves.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Pregunta Abierta

No sé quienes son peores:

a) Los que permanentemente están felices, y se esfuerzan por aparecer como exitosos ante todos los demás.

b) Los que siempre están enfrentando tragedias imaginarias, y gustan de contarle sus pesares a todo el que se les cruce.


Dejo abierta la pregunta.