domingo, 10 de agosto de 2008

no veo más allá de la noche y la niebla, no sé que hay más allá. Me siento en una piedra cuadrada en el musgo, y la música empieza a sonar.

no queda mucho tiempo, y tendré que partir. Y partiré de a poco, un brazo primero, las piernas luego, volveré por un tiempo, mi cabeza saludará. Será tan gradual que no se notará mi ausencia, no dolerá.

Allá donde llegue, me sentaré en una piedra cuadrada en el musgo, y la música sonará. Será todo distinto, pero todo igual. De todas formas, sé que debo partir.

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