miércoles, 13 de agosto de 2008

no me importa seguir, no me importa partir...

Todos se unen en torno al sufriente Beagle moribundo, suplicando que la vida lo deje morir.

Un rezo permanente para evitar el dolor innecesario que experimenta: Déjenlo Partir!
El Beagle ha intentado todo por sanarse, dar la vuelta al mundo, viajó hacia el infierno, e incluso compró una escalera al Cielo. Nuevamente se enfrenta a su gran enemigo: ¿está en su mente? ¿o realmente existe todo esto?

¿Debiese viajar nueamente a las profundidades a ver si logro olvidarme a mi mismo, mezclándome en la calle con otros cuerpos que también quieren olvidarse de sí? ¿Debiese subir con convicción la escalera escrita que dirige al Cielo, pero la que infinitas veces me ha hecho tropezar con escalones imaginarios?

El Beagle piensa...no soy yo quien para quitarme la vida, que yo mismo no me he dado. Continuaré viviendo, hasta que la vida lo quiera así, sin personificar cosas que yo no soy, sin pronunciar palabras que yo no sienta, lo demás no importa ya...no me importa seguir, no me importa partir...

No hay comentarios.: