Tú debes saber…que no estoy acostumbrado a la soledad
existencial, que me puedo perder a ratos caminando en el patio, coleccionando
hojas, recordando ancestros, pero necesito a alguien que me recuerde que esto
tiene sentido…al menos en lo palpable,
Mientras sigo acá, tú debes saber que antes ya escapé del
paraíso, porque no era perfecto, fui un idiota, tuve el atrevimiento de saltar
al infierno sin dudar, sólo por no
entender, pero la sabiduría no se compra, y no había gente cerca ni oídos que
las quisieran escuchar,
Así seguí mi camino y me confundí en los colores, hasta que
nuevamente divisé un cielo, pero el temor de volver a salir de él me inhibieron
de saltar….Vivo en el limbo, mi mente está nublada con los miedos de los demás,
que se pliegan en clanes mientras yo permanezco fiel a la verdad, la
racionalidad del dos más dos son cuatro, pero
cuatro no alcanza para todos, cuando todos queremos todo, y compartir
está bien, mientras alcance para todos, pero si no es matar o morir….
Soñé con las tentaciones más fuertes, con las transgresiones
primitivas…y porque no? Porque no debe sobrevivir el más fuerte? El más débil
elabora una ética para beneficiarse a él mismo, para que el fuerte vea un
espejo en él, la compasión. Y esa compasión también es un veneno.
Estoy cansado, muy cansado. Me parece bien tú camino, me
pareció muy hermoso vagar y conocer también a mí, pero ya no tengo más fuerzas,
lo que tú quieras está bien, no tengo fuerzas para combatir esa voluntad. Me
rindo, sé que me espera la nada, pero prefiero eso al miedo. En la nada hay
dignidad.
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