martes, 29 de mayo de 2012

Yo seré aquel

cuando las cosas vayan mal y te preguntes quien te podrá cobijar,
yo seré aquel que no está pero pudo estar,

el huésped no invitado, el amigo no perdonado,

cada sol que nazca de mi alma será una luz enceguecedora que encandilará al conejo que cruza la carretera, y ese conejo que era yo, ese conejo ahora serás tú,

mi foto de carnet en tu billetera será el recordatorio del muchachito aquel de pelo no tan largo, pero tampoco tan corto, que me quiso emular, para recordarle que no hay margen de error, y que una sombra cubrirá cada paso desde los hitos que provengan de mi arrojo

yo seré aquel que te cruces una mañana de domingo en el mercado, cargando los deberes en mis brazos, y los pondré en los tuyos para que sientas el peso de la vida misma, la vida que elegiste evadir,

yo seré aquel sueño imposible, el camino no tomado, el verde pasto de la vecina,

yo seré aquel que refleje el opuesto ideológico a tus ideas, y en eso siempre tendré razón, seré el egoísmo que quieres ocultar, y lo integraré a la vida sin el odio de la propia entraña del que se avergüenza de su singularidad, seré la mano tendida del que sufre y pide ayuda, del que siempre fue orgulloso y comprendió,


yo seré aquel que esté en el centro, sin temor a la vergonzosa verdad, un enlace entre lo blanco y lo negro, caminaré a fuego cruzado entre ambos bandos que se quieren matar, y saldré ileso hasta que alguien por último me quiera matar, será un diluvio, será un concierto, o no será nada, pero algo será


yo seré la venganza, yo seré el futuro, la nostalgia, la ansiedad y la guerra contra el más débil, seré esa pena que sentirás cuando veas un perro vago abandonado en el nuevo mundo que construirás con sangre, en fin, seré el último recuerdo de los hombres de una generación perdida que se decidió aniquilar,


y el muchachito aquel del que te has de enamorar, de pelo no tan largo, pero no tan corto, ahora será un gran emperador, y te llevará al campo, al paraíso terrenal, al lugar que siempre soñaste, mientras yo seguiré aquí, en pleno infierno o en pleno invierno sin ser nada, pero de todas formas me recordarás, siempre me recordarás, por las catedrales de sonido, las palabras sin sentido, o los imperios sometidos multiplicadores de pan…no se bien porque, pero por alguna razón me recordarás,

y luego de esos días cansados volveré a ser el niño que tras caerse, va por una nueva aventura olvidando el dolor del desamor,

y quizás en otra vida, o quizás en otro siglo cuando me veas caminando libremente en mi aventura, me querrás volver a amar, pero será ya muy tarde, tu cara no podré recordar y sólo serás un color más de los que se venderán,

y finalmente tras mucho andar, cuando las cosas vayan mal y te preguntes quien te podrá cobijar,
yo seré aquel que no está pero pudo estar

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