sábado, 21 de abril de 2012

la añoranza

que poco tiempo en sus hombros tiene el hombre para caminar libre y escuchar su propio espíritu, queremos procurar la libertad propia y la del prójimo, pero que limitada es la existencia, difícil no extraviar el camino e intentar el atajo que te lleva a vivir allá lejos en la ilusión,o partir rápido en un auto inestable para chocar simplemente y acabar con todo, acabar con el peso en las espaldas, y volver a sentir la liviandad de esos juegos de la niñez, aniquilar la propia identidad y que todo acabe, esa es la añoranza oculta

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