digo no

digo no a las aristócratas culposas que me han rechazado por ser lo que soy,

uno más que lucha por la sobrevivencia y la libertad,

me han criticado por sobrevivir y dejar de vivir el camino de Dios o del Demonio,

pero así han terminado siendo las cosas,

y no harán que me averguence de mi pasado para someterme a su futuro,


digo no a los que quieren borrar un Chile e implantar otro por la fuerza,

y lo digo sin ser violento, sino simplemente dejando de vestir sus banderitas

rastreras banderitas con las que se distinguen las larvas de poder para intercambiar favores en el futuro