lunes, 20 de agosto de 2007

Abajo, el acantilado

El fin se parece al comienzo, un simple momento intermedio.
Aquella vieja desazón se sacude, y se ve nuevamente todo desde el abismo del vacío.

Abajo el acantilado con infinitos árboles de hielo, y la Tierra soplando el destino.

La percepción vuelve a ser pura. Los recuerdos no atan ya. Entonces, todo comienza cuando justo termina.

¿que cosas querrán permanecer tras la amnesia?

¿como será volver a partir eliminando todo afecto adquirido? ¿Toda leve inclinación hacia cualquier cosa?

Esa extraña sensación del último fracaso, ya definitivo. ¿Como se recupera uno de eso? ¿Como volver a aspirar a lo inalcanzable tras el golpe mortal?

Así caminar, con todos los golpes y sin temor, entremedio del bosque de hielo, sin frío, abrigado de grasa. ¿para que más?

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