estaba tranquilamente caminando por un callejón, cuando intempestivamente me comenzaron a golpear una y otra vez batazos en las rodillas, muslos y pantorrilas.
¿porqué me golpean si yo sólo quiero su felicidad? Mejor os dejaré tranquilos, para que sigais tramando sus fechorías en libertad.
caí al piso y sentí dolor, luego levité é é é é....sin mis piernas...
estas volvieron para volar a cual lugar? a cuál lugar volarán ahora mis desprendidas piernas? ¿será hacia el norte, o será al interior?
Pensaba que tenìa que elegir uno de los dos caminos, y heme aquí, levitando ambos caminos simultáneamente.
Ven y golpéame los brazos, ven y deshazte mi carne interior, que quede sólo el fuego, tras la muerte de este chasis de belleza imperfecta que soy yo.
miércoles, 22 de abril de 2009
el Títere, el Titiritero y yo
Me he vestido con mi mejor terno negro y me he puesto una flor roja en la solapa. A paso firme y valiente comencé a caminar por la Alameda hacia el encuentro, por supuesto con un peinado pulcro y corto hacia al lado.
Prontamente y sin darme cuenta llegue a un lugar que no era el esperado, y sin mas accedí a desnudarme, al menos de pantalones, y me empezaron a mojar con una manguera con agua muy fría y a máxima presión hasta que caí al suelo y mis lentes se hicieron mil pedazos, mi terno arruinado y la flor hecha pedazos en una esquina. El ramo de flores también destrozado, y el poema barroco en expresionista terminó.
Al caer me di unos buenos golpes, y solamente me pude levantar cuando el titiritero me levantó del suelo, que a su vez también había perdido de sus manos los hilos que dominaban mis movimientos.
Volví a tomar los hilos del títere dejé los pantalones en el piso por un rato, luego decidí volver a ponérmelos y sacármelos a discreción cuando quisiera, volví a colocar la flor en mi solapa, y por momentos no podía ver nada sin mis lentes hasta que recuperé la visión y vi claramente: solo el titiritero jamás podrá vencer al Monstruo.
Ni el títere se acerca a la verdad por su instinto, ni el titiritero tiene la fuerza por sí solo para sostener los hilos ante la fuerza que le ha regalado imprudentemente a la meduza infernal.
El títere siente un dolor que creía superado, el titiritero es indiferente. Alguien viene en camino a ayudarlos a ambos, es una matriz húmeda, tibia y generosa que los abraza en pos de la culminación, una amiga que estará ahí por siempre.
Prontamente y sin darme cuenta llegue a un lugar que no era el esperado, y sin mas accedí a desnudarme, al menos de pantalones, y me empezaron a mojar con una manguera con agua muy fría y a máxima presión hasta que caí al suelo y mis lentes se hicieron mil pedazos, mi terno arruinado y la flor hecha pedazos en una esquina. El ramo de flores también destrozado, y el poema barroco en expresionista terminó.
Al caer me di unos buenos golpes, y solamente me pude levantar cuando el titiritero me levantó del suelo, que a su vez también había perdido de sus manos los hilos que dominaban mis movimientos.
Volví a tomar los hilos del títere dejé los pantalones en el piso por un rato, luego decidí volver a ponérmelos y sacármelos a discreción cuando quisiera, volví a colocar la flor en mi solapa, y por momentos no podía ver nada sin mis lentes hasta que recuperé la visión y vi claramente: solo el titiritero jamás podrá vencer al Monstruo.
Ni el títere se acerca a la verdad por su instinto, ni el titiritero tiene la fuerza por sí solo para sostener los hilos ante la fuerza que le ha regalado imprudentemente a la meduza infernal.
El títere siente un dolor que creía superado, el titiritero es indiferente. Alguien viene en camino a ayudarlos a ambos, es una matriz húmeda, tibia y generosa que los abraza en pos de la culminación, una amiga que estará ahí por siempre.
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